Un recuerdo eterno para uno de los héroes anónimos más importantes de la historia de Estados Unidos
Pocas personas pueden vanagloriarse de empezar su carrera a los 13 años junto a Luc Besson y Jean Reno en una película bien recordada por todos los cinéfilos del mundo, pero Natalie Portman construyó un personaje memorable en El Profesional (León) allá por 1994, y dese entonces ha construido una carrera casi impoluta. De hecho, Besson escribió una secuela, Mathilda, que iba a rodarse cuando Portman fuera mayor, pero al final no solo no se hizo, sino que se reconvirtió en otra película con Zoe Saldana como protagonista, Colombiana. Cosas que pasan en la industria.
A vueltas con Benny
De alguna manera, hubo una frase de Gary Oldman en El Profesional (León) que se convirtió en mito ha sido repetida una y otra vez por cinéfilos de todas las edades: “Benny, traeme a todo el mundo”, seguido, tras la duda, de un grito ensordecedor: “¡A todo el mundo!” (en el doblaje español, cabe aclarar, “Benny” fue cambiado por “Oye”). Lo curioso es que la persona con la que Oldman hablaba, Benny, no era otro que Keith A. Glascoe.
¿Y quién es Keith A. Glascoe? Pues además de un actor que apareció, siempre de fondo, en cortos como Los piratas de Central Park o series como Los juzgados de Centre Street. Pero no se dedicaba realmente a esto: era bombero de Nueva York. En particular, uno que estaba en activo, a los 38 años, durante la mañana del 11 de septiembre de 2001. Ya os imaginaréis cómo acaba esta historia.
Glascoe falleció entre los escombros, cuando la Torre Sur colapsó tras el ataque terrorista, y actualmente su nombre puede verse entre los muchos que están en el memorial del 11-S. Si algún día vais, acordaros no solo de su heroicidad, sino también de que, qué demonios, dejó una huella imborrable en la historia del cine. ¡Aunque fuera de rebote!