Parte de la crítica de cine se mueve por oleadas y odia o ama en bloque, según lo que diga la opinión pública
Tener una opinión es difícil. Aunque parezca que las opiniones son como los culos, que todos tenemos uno, tener algo que decir es realmente complicado. De ahí que la crítica sea un género propio en el periodismo y que se necesiten muchos años y experiencia para ser un profesional con argumentos fundamentados.
En el cine, como en otros ámbitos de la vida, ahora hay que luchar además con lo que dicen las redes sociales. Todo ese conjunto de opiniones escondidas detrás de un avatar y un nombre de usuario pueden llegar a influir mucho en lo que tengamos que decir acerca de una película. Y, en este sentido, a veces da la sensación de que la crítica de cine se mueve por modas. De repente, todo el mundo ama o detesta una película y es complicado encontrar voces que se salgan del discurso general. Si a una cinta le cae la etiqueta de “obra maestra” o “desastre”, esa opinión se contagia y se repite sin parar, como si nadie quisiera llevar la contraria. Es como si no hubiese espacio para los grises, y eso, al final, empobrece el debate.
Un ejemplo perfecto es el cine de superhéroes. Cuando Iron Man salió en 2008 le acompañaron críticas muy buenas y todas las cintas del Universo Cinematográfico de Marvel se contagiaron de ese entusiasmo. Con la proyección de Vengadores: Endgame esa etapa terminó, tanto la cinematográfica como la de apoyo de la prensa, y la franquicia entró en una nube de pesimismo que le acompaña hasta ahora. Da igual que haya historias destacables como Thunderbolts, la crítica ya ha dictaminado que los superhéroes no merecen la pena.
Una víctima muy clara de todo esto fue Blue Beetle, largometraje de DC -antes de James Gunn y Peter Safran– que presentó al primer superhéroe latino de la historia y que fue vapuleada cuando, en realidad, no era para tanto.
Aunque sí contó con algunas buenas notas que destacaban, principalmente, el elenco latino como uno de sus valores, muchos otros críticos odiaron cada segundo que pasaron frente a la pantalla. “Blue Beetle es el último producto de la línea de producción de superhéroes y resulta tan tediosamente familiar como las huelgas ferroviarias y los agostos lluviosos”, escribió Ed Potton en The Times. Y Brian Lowry, de CNN, tampoco la compró del todo: “podría alcanzar la estratosfera, pero parece un obstáculo que la película simplemente no supera”.

DC
Blue Beetle se estrenó en una mala época para el cine de superhéroes, justo después de The Flash -que también fue devorada en redes sociales- y antes de Aquaman y el reino perdido -que, sinceramente, los malos comentarios fueron el menor de sus males dado la polémica que existía con Amber Heard y su juicio y la supuesta mala relación entre protagonistas-. Pero el tiempo ha jugado a su favor y en Rotten Tomatoes tiene unas valoraciones excelentes: un 78% por parte de la crítica y un impresionante 90% del público.
“Divertida, con mucha acción y un elenco atractivo, Blue Beetle es una entretenida historia de origen de superhéroes con algunos giros nuevos”, recoge el consenso de la plataforma.
“Han sido unos años agitados para DC. Proyectos que se caen, películas que no despegan, actores con problemas detrás de las cámaras… En mitad de este panorama ha asomado un pequeño superhéroe llamado Blue Beetle que quiere dejar a un lado todos esos conflictos aportando un poco de carisma y mucho sabor latino al universo cinematográfico“, escribimos en el momento de su estreno, “Es entretenida, divertida y tiene mucho corazón. Todo está proporcionado porque la acción es la justa y necesaria para dar impulso a la película, pero no está sobrecargada de peleas ni efectos especiales”.
Por suerte, está disponible para ver en el catálogo de HBO.