El creador de ‘La guerra de las galaxias’ tomó una mala decisión en 2012 y, años después, ha explicado sus razones
En 2012, George Lucas tomó una decisión que cambió su vida y el rumbo de la mayor franquicia de ciencia ficción que existe: Star Wars. El estadounidense vendió la franquicia a The Walt Disney Company por 4.050 millones de dólares -sin contar con las acciones-, convirtiéndose así en una de las mayores adquisiciones de entretenimiento de la historia. Lucas se despidió de los personajes que había hecho nacer cuatro décadas atrás y dejó que tomaran un camino diferente al que él tenía en mente.
Que Lucas se arrepiente de esta venta no es algo nuevo. La compañía ha optado por un rumbo que Lucas nunca habría elegido. “Se los vendí a los traficantes de blancas que se las llevan, y…”, declaró el creador en una entrevista con Charlie Rose en 2015 antes de callarse con una sonrisa.
Vieron las historias y dijeron: ‘Queremos hacer algo para los fans’… Decidieron que no querían usarlas, que harían lo suyo… De todas formas, no les hacía mucha gracia que me involucrara, pero si me meto, solo voy a causar problemas, porque no van a hacer lo que quiero. Y ya no tengo el control para hacerlo, y lo único que conseguiría sería estropearlo todo”, dijo. “Así que dije: ‘Bueno, seguiré mi camino y los dejaré seguir el suyo’
En realidad, fue consultor creativo de la primera película de la última trilogía, El despertar de la Fuerza, y también ha participado en proyectos como Solo: Una historia de Star Wars. Desde entonces, ha dado un paso atrás y ha dejado hacer. A pesar de su peso en la franquicia, su voz no fue lo bastante fuerte como para imponer la visión que tenía en mente.

Lucasfilm
Entre los planes de Lucas para su trilogía estaban el regreso de Darth Maul y Darth Talon, la reconstrucción de la Orden Jedi por parte de Luke a partir de los supervivientes de la Orden 66, y la reconstrucción de la República por parte de Leia. “Las películas tratan sobre cómo Leia -o sea, ¿quién más va a ser la líder?– intenta construir la República. Aún tienen el aparato de la República, pero tienen que controlarlo de los gánsteres. Esa era la historia principal”, le contó a Paul Duncan en noviembre de 2020.
Aunque se llevó un buen pellizco y sigue siendo el padre en mayúsculas de la gran saga de ciencia ficción, el creador no esconde que la pérdida le dolió. “Estos eran mis hijos, todas las películas de Star Wars… Los amaba, los creé, estoy muy involucrado en ellos”, le dijo a Charlie Rose en 2015, cuando la venta aún estaba reciente.
Para ser honestos, la segunda trilogía de Star Wars, iniciada con La amenaza fantasma, siempre ha generado debate: para algunos fue un despliegue visual innovador que expandió el universo, y para otros una saga innecesaria que no estuvo a la altura de la original. De hecho, parte de lo que le motivó a vender la compañía fueron las críticas que tuvo que aguantar por los Episodios I, II y III y Lucas ha comentado que “muchos fans habrían odiado” su trilogía de Star Wars porque quería centrarla “en un mundo microbiótico”.
Sea como sea, lo cierto es que si alguien tenía derecho a equivocarse o a firmar una secuela cuestionada, ese era precisamente el hombre que había dado vida a la historia desde el principio.