Denzel Washington se pone al frente de un thriller que fue injustamente infravalorado
Los cineastas tienen muchas influencias de las que a veces no son realmente conscientes, y es posible que no las reconozcan abiertamente cuando están hablando de una película que han hecho. No es que Christopher Nolan no sea claro sobre sus directores favoritos y cómo han marcado su obra, pero hay casos donde es posible que haya cogido más de lo que pensaba que era posible.
Siendo Tony Scott uno de sus directores favoritos, es casi de cajón que en algún momento se viese impactado por una película de ciencia ficción tan loca y trepidante como Déjà Vu. Protagonizada por Denzel Washington y Val Kilmer, este alucinante blockbuster presenta una serie de aventuras con los viajes en el tiempo que casi parecen la hermana mayor de Tenet (que protagoniza el hijo de Washington).
Todos hemos experimentado la sensación de vivir algo por primera vez y, al mismo tiempo, sentir que ya lo hemos vivido, aunque sea una sensación falsa. Este peculiar fenómeno se conoce como un deja vú, un flash en la memoria con el que algo nuevo lo sentimos como algo conocido. El agente de policía Doug Carlin se guiará con estas imprevisibles sensaciones para investigar un terrible atentado.
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Un ferry de Nueva Orleáns ha sufrido un terrible ataque terrorista al explotar una bomba en su interior, por lo cual ha muerto un alarmante número de pasajeros. Doug Carlin será seleccionado para formar parte de un nuevo y misterioso equipo de investigación que utiliza una máquina extraordinaria, y con la que se pretende resolver el caso. La intuición del agente y la colaboración de su equipo deberán facilitar la captura de los terroristas culpables.
‘Déjà Vu’: aventuras temporales
Estamos ante una película que lidia con aspectos tan complejos para el espectador medio como las paradojas temporales y agujeros de gusano, pero los presenta de la manera más accesible y visual para que nadie se pierda. Sus explicaciones sobre estos fenómenos recuerdan a muchos momentos de Interstellar, pero su modelo de vehículo de acción infatigable es uno que Nolan lograba subvertir en Tenet.
Scott y Washington se confirman aquí como una gran pareja del cine de acción manteniendo siempre la tensión y el ritmo a niveles altos, incidiendo también en aspectos entendibles para el público como la hipervigilancia. Todo crea un trabajo de suspense alocado pero entretenidísimo con el que hacer una fabulosa doble sesión.
Puedes ver Déjà Vu en Disney+.
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