Los hermanos Phillippou quedaron tan afectados que cambiaron la película y se la dedicaron a esta persona
En 2003, en el jardín de una casa cualquiera en Adelaida, la quinta ciudad más poblada de Australia, dos niños de once años se juntaban con sus amigos para escenificar combates de lucha libre y grabarlos en vídeo. Empezó siendo un juego, pero acabó resultando demasiado brutal y peligroso: por suerte, solo dos años después acabaron enganchados al cine y la televisión, empezando a hacer vídeos y siendo conocidos como RackaRacka. Ahora son los hermanos Phillippou, los genios detrás de Háblame y Devuélvemela, la gran sorpresa del terror de 2025.
Mordiendo mesas por diversión
Criados entre cámaras (llegaron a tener una mansión propia donde hacer sus vídeos, House of Racka) y formando parte del equipo de Babadook, los hermanos Phillippou han sabido adquirir un estilo personal, único y con un ambiente especialmente malrollero, no dado especialmente a sentimentalismos. Sin embargo, al final de Devuélvemela sí hay un hueco para la triste realidad cuando vemos que está dedicada a alguien: Harley Wallace. Pero, ¿quién es esta persona?
No era ni la inspiración para la película ni alguien que trabajó en ella, sino un amigo de los hermanos que murió trágicamente el año pasado. Ninguno de los directores ha entrado en detalles, pero obviamente les afectó de una forma muy profunda, llegando a afirmar que “Era un amigo íntimo de la familia, y murió al inicio de la pre-producción. Vino de la nada y cambió la manera en la que hicimos algunas de las escenas”.
Y es que “cuando estás pasando un periodo de dolor, intentas cerrarte a él, pero sale en distintas maneras mientras ruedas”. El guion de Devuélvemela es estupendo, claro, pero la manera en que rodaron la película se vio seriamente influenciada por la pena que sentían. El resultado es fantástico, aunque ojalá hubiera sido por motivos más alegres.