El cómico solía cobrar 8 millones de dólares por aparecer en una película, pero quiso participar en esta animación porque le hizo mucha gracia el proyecto
Podemos contar con los dedos de una mano las estrellas de Hollywood que son unánimemente amadas y admiradas por sus compañeros de profesión y por el público en general. Sin duda, Robin Williams es una de ellas. El cómico y actor falleció el 11 de agosto de 2014, dejando un vacío absoluto en sus familiares, pero también en el mundo del cine.
Las anécdotas en torno a Williams siempre tienen un punto de humor y ternura, pero la historia del acuerdo que firmó con Disney para poner voz al Genio de Aladdín deja un regusto agridulce. Si el personaje es una figura mítica aún 33 años después de su estreno es gracias a las improvisaciones del actor, que dejó 16 horas de material para que el equipo hiciera lo que quisiera con ello, pero Williams siempre se quejó de que usaron su trabajo de una manera que él no había aprobado.
Robin Williams tan solo quería formar parte de “la tradición de la animación”, por lo que aceptó un salario de 75.000 dólares en lugar de los 8 millones que solía cobrar por sus actuaciones. Lo que le animó a fichar por esta película en concreto fue una pieza de animación creada por Eric Goldberg en la que el Genio interpretaba un segmento de uno de sus monólogos. Al parecer, el actor se partió de risa al verlo y dijo que sí a la propuesta.
Solo tenía una condición: Disney no podía utilizar al Genio como una herramienta de marketing. ¿Adivinas si cumplieron con su palabra? En 1993, Los Angeles Times publicó un reportaje titulado ‘El genio tiene un problema con Disney’ donde recogía que Williams “estaba herido” y “podría no volver a trabajar” para ellos. El propio actor, durante una entrevista en The Today Show, había acusado a Walt Disney Co. de mentirle y de incumplir un acuerdo de no usar su voz para comercializar productos inspirados en la exitosa película.
Ahora, cuando trabajas para Disney, te das cuenta de por qué el ratón solo tiene cuatro dedos: porque no puede cobrar un cheque. Teníamos un acuerdo. Lo único que dije fue que haría la voz. Lo hago básicamente porque quiero formar parte de esta tradición de la animación. Quiero algo para mis hijos. Uno de los acuerdos es que no quiero vender nada, ni Burger King, ni juguetes, ni cosas
“De repente, lanzan un anuncio: una parte era la película, la otra era donde la usaban para vender. No solo usaron mi voz, sino que tomaron un personaje que interpreté y lo doblaron para vender. Eso fue lo único que dije: ‘Yo no hago eso’. Fue lo único en lo que se pasaron de la raya“, continuó.
Una fuente de la compañía aseguró que todo el material de marketing fue aprobado previamente por Robin y su esposa Marsha. “No usamos su voz de ninguna manera que no estuviera contractualmente autorizada por él”, comentó y añadió que el malestar del actor se debía, principalmente, a que no quedó a gusto con el acuerdo que había hecho tras comprobar que la cinta fue un éxito.
Disney le envió un cuadro de Picasso para disculparse -que, al parecer, rechazó- y volvió a repetir, tiempo después, que no volvería a trabajar con ellos. En 1994, Jeffrey Katzenberg fue reemplazado como presidente de Walt Disney Studios por Joe Roth, quien rápidamente se disculpó con Robin Williams públicamente.