Richard Gere protagoniza una de las cintas más dramáticas que verás nunca. No hay espectador que no haya quedado traumatizado tras verla
Recordamos a Richard Gere como el galán de Pretty Woman y, más adelante, como un actor comprometido con diversas causas políticas, como el conflicto del Tíbet, en el que ha invertido gran parte de su tiempo y esfuerzo. Pero, para muchos, Gere también forma parte de la película que más les ha hecho llorar en la vida: Siempre a tu lado. Hachiko. Si eres uno de esos que vio la cinta con una lagrimita en el ojo, seguro que el corazón te ha dado un vuelco al recordarla.
En caso de que no la hayas visto, tienes una oportunidad para descubrirla hoy a las 22.45h en Divinity. Si no llegas a tiempo, también está disponible en el catálogo de Prime Video.
Un profesor universitario llamado Parker Wilson (Gere) vive lejos de su hogar y cada día utiliza el tren para llegar a su trabajo. Una tarde, al regresar, encuentra en la estación a un cachorro de raza akita sin dueño aparente. Al no saber con quién dejarlo, decide llevarlo a su casa, aun siendo consciente de que su esposa no es partidaria de tener animales. Con el tiempo, Parker y el pequeño “Hachi” desarrollan un vínculo inseparable, compartiendo cada momento juntos. La conexión se vuelve tan profunda que, ya adulto, el perro espera a su dueño en la estación todos los días. Pero un acontecimiento inesperado cambia para siempre la vida de ambos.

Wide Pictures
“Siempre a tu lado. Hachiko tiene que ser la película de llorar por excelencia. Y si no lo haces, no tienes corazón. Así de simple”, escribe nuestro editor Custodio Guerrero en un texto sobre la película. Si quieres disfrutar del largometraje sin saber nada de la trama, no sigas leyendo porque aquí va un ‘spoiler’: “Su fiel amigo le sigue esperando a que llegue porque no sabe que su dueño ha muerto por un paro cardiorrespiratorio. Su familia, e incluso el pueblo, le cuidarán hasta que muera allí nueve años más tarde, esperando a Wilson”.
Lo peor de todo es que la película se basa en un caso real ocurrido en Japón en los años 30. El perro del profesor Hidesaburō Ueno se quedó nueve años esperando a que regresara su dueño a la estación de Shibuya, como siempre hacía. No regresaba a su casa, sino que vivió en los alrededores de la estación hasta el final de sus días. Al principio nadie se dio cuenta de la presencia del perro, pero poco a poco los vecinos comenzaron a notar lo que hacía el perro.
Creo que no hace falta que añada mucho más para demostrar que Siempre a tu lado posiblemente sea la película más lacrimógena que verás jamás.