La cineasta continúa explorando el cine bélico con su nueva película para Netflix

Una cuenta atrás. Con eso arranca la nueva película de Kathryn Bigelow. Una casa llena de dinamita es el último proyecto de la cineasta, un ‘thriller’ político con el que la directora continúa explorando el cine bélico y que Netflix estrena el 24 de octubre.
Bigelow, aquí, expone el mensaje de que, desde que finalizó la Guerra Fría hubo una desescalada armamentística, pero eso ahora se ha acabado. Nos encontramos en un nuevo contexto geopolítico y, como todos los países se han armados hasta la saciedad, dado la alta inestabilidad de los líderes políticos mundiales, en cualquier momento alguien se equivoca, le da al botón que no es y provoca la catástrofe.
En Una casa llena de dinamita, Estados Unidos descubre que está siendo atacada y espera un impacto nuclear contra su país. El filme muestra cómo se reacciona ante la situación a través de distintas oficinas donde hay distintos estamentos de poder político y militar. Todo ello se narra a través de teléfonos, pantallas de ordenador y televisores.
“Una película magnífica”, afirma el crítico y ‘publisher’ de SensaCine Alejandro G. Calvo sobre Una casa llena de dinamita, protagonizada, entre otros, por Idris Elba y Rebecca Ferguson. “Bigelow, junto a David Fincher, son los mejores directores de ‘thrillers’ del cine moderno“, afirma sobre la cineasta.
“No apta para cardiacos”

Netflix
Bigelow, que ganó el Oscar por En tierra hostil (2008), lleva desde entonces explorando el ‘thriller’ político y bélico con una forma de narrar muy característica. “Maneras que recuerdan un poco a las pelis de los 90”, explica el crítico. “Cámara en mano, con corrección continua de zoom, montaje superrápido de las imágenes saltándose a la torera la escala de planos porque lo que importa es lo abrupto de cómo pasan las imágenes, porque eso te mete más en la narración y te mete más mal rollo en el cuerpo…”. Todo esto está en En tierra hostil, La noche más oscura (2012) y en este nuevo filme.
Una casa llena de dinamita mantiene “esa manera de construir un ‘thriller’ político, bélico, que te hace estar en una tensión continua, tensión asfixiante, tensión no apta para cardiacos”.
Lo nuevo de Bigelow es una película puzle. Su estructura es peculiar: es una línea temporal recta que vuelve a empezar, poniendo de nuevo el temporizador a cero. “La historia avanza hasta un punto en el que, cuando están a punto de explotar, vuelve a empezar”, explica G. Calvo. “Todo eso: película puzle con construcción de personajes, con situaciones plenamente creíbles, con ferocidad y sustantividad” mantiene la tensión en todo momento y “da un golpe de aviso al mundo, a la sociedad, diciendo: vamos a ver si nos centramos y tenemos un mundo en paz y no en guerra y a ver si elegimos mejor a nuestros líderes políticos”.
Una casa llena de dinamita “es cine con contenido sociopolítico sin que se verbalice”, afirma el crítico. “Estamos dentro de un ‘thriller’ de ficción pero no te viene dando la chapa. Son lecciones que la película sostiene como andamiaje dramático y que saca una mirada preocupante hacia nuestro mundo“.