Padre eterno, en este día en el que no sé con certeza qué vendrá, yo decido entregarte cada una de mis horas, mis pensamientos y mis decisiones. Aunque haya nubes densas en el horizonte, sé que Tú no te ausentas. Me niego a vivir guiado por el temor, por la prisa o por la ansiedad. Que no sea mi emoción quien conduzca mis pasos, sino Tu verdad. Sella mis oídos ante el engaño, limpia mis ojos de la confusión y fortalece mi voluntad para mantenerme firme cuando todo a mi alrededor tambalee. No me apoyaré en lo que se ve, sino en lo que Tú has prometido. Y si debo esperar, enséñame a hacerlo con gozo, con fe y sin queja. Confío en que ningún retraso es pérdida, y que ninguna demora es olvido. En Ti todo tiene sentido, aunque yo aún no lo comprenda. Amén. Inquebrantable soy en tu nombre.
#danielhabif
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