Los paralelismos con su propia historia no dejan de ser sorprendentes después de su inversión de 100 millones de dólares en ‘Megalopolis’
Director de algunas de las mejores películas de la historia del cine, empezando por El Padrino (1972), Francis Ford Coppola no solo es uno de los más grandes cineastas que nos ha brindado la industria, sino también un gran apasionado del arte al que ha dedicado su vida y, últimamente, también su fortuna, puesto que él mismo se lanzó a pagar de su bolsillo la imponente Megalopolis que luego acabó siendo un fracaso en taquilla.
Por ello resulta especialmente interesante su visita a The Criterion Closet, al que acuden intérpretes y realizadores a hablar sobre sus títulos favoritos, en diciembre del año pasado, donde eligió algunas obras muy interesantes, entre ellas una suya propia y también la obra completa de un cineasta que también se autofinanció una película a la que no le fue muy bien en el momento de su estreno.
Dentro de la filmoteca de The Criterion Closet, Coppola se lanzó a escoger la obra completa de Jacques Tati, un director que solo dirigió 16 películas en su vida en activo pero que es considerado uno de los mejores de la historia.
“Jacques Tati fue un cineasta maravilloso que creyó en una película que quería hacer y gastó toda su fortuna, porque el sistema financiero de la época no la financiaba”, explica Coppola con admiración frente a las cámaras. La obra a la que se refería es PlayTime, una de sus mejores películas.
La estrenó y fue un rotundo fracaso, y murió prácticamente sin un céntimo, sin darse cuenta de que esta película en la que lo había invertido todo, llamada ‘PlayTime’, iba a ser considerada hoy la obra maestra que consideramos hoy
“Y más que una obra maestra”, añadía, “porque es un regalo de un tiempo realmente bueno, de mucha diversión para todos”.
“Creo que es el único cineasta que utilizó una gran parte de su fortuna para hacer una película que nadie más haría. Y su película. Y normalmente, cuando se hace eso, suele resistir la prueba del tiempo”, concluyó.
Los paralelismos con su propia historia no dejan de ser sorprendentes, puesto que ese mismo año, 2024, Coppola había estrenado la esperada Megalopolis, una película en la que había estado trabajando durante toda su vida y que finalmente tuvo que financiar de su propio bolsillo con más de 100 millones de dólares. Una inversión que ahora afecta directamente a la posibilidad de sacar adelante su nuevo proyecto, tal y como contaba recientemente: “Gasté mis últimos 100 millones”.