Mel Gibson firma uno de sus mejores trabajos como cineasta con ‘Hasta el último hombre’, que fue nominada a 6 premios Oscar y se llevó dos tras su estreno en 2016
En 2016, justo cuando se cumplían 10 años del estreno de su última película hasta la fecha, Apocalypto, Mel Gibson nos brindó la que resultaría ser una de las mejores películas bélicas en lo que llevamos de siglo: Hasta el último hombre, un drama de guerra basado en el documental de 2004 The Conscientious Objector sobre Desmond Doss, un objetor de conciencia que se negó a matar a un solo hombre durante su servicio en la Guerra y que acabó recibiendo una Medalla de Honor por su trabajo como paramédico. A pesar de que varios productores habían intentado llevar la historia de Doss a pantalla, el proyecto había estado 14 años en el limbo y Mel Gibson había rechazado dirigirlo en dos ocasiones, pero finalmente aceptó el reto.
La película, protagonizada por Andrew Garfield en la piel de Desmond T. Doss, recaudó más de 180 millones de dólares en taquilla y fue recibida con grandes elogios por parte de la crítica, que la calificaron como uno de los mejores trabajos de la carrera de Gibson y un regreso por todo lo alto para el director.
Además, la película fue nominada a seis premios Oscar, incluyendo el de Mejor película, de los que finalmente se llevó dos: Mejor edición de sonido y Mejor montaje.
Es cierto que su cruda representación de los terrores de la guerra no la hacen apta para todos los estómagos, pero tienes una oportunidad de oro para verla hoy en abierto: Cuatro emite Hasta el último hombre este viernes 12 de septiembre a las 22:00 horas.
El espectador en la primera línea de fuego
En Hasta el último hombre, el joven Desmond T. Doss (Garfield), un cristiano devoto con un estricto código moral que reside en Virginia (Estados Unidos) en una familia desestructurada, ha tomado la firme decisión de no volver a tocar un arma. Sin embargo, cuando su hermano Hal (Nathaniel Buzolic) se alista en el ejército tras el ataque japonés a Pearl Harbor, Desmond lo acaba siguiendo poco después.
Sin embargo, se mantiene firme a su promesa. Debido a su insistencia en no tocar un arma, sus superiores, el capitán Glover (Sam Worthington) y el sargento Howell (Vince Vaughn), así como sus camaradas, como el duro Smitty (Luke Bracey), dificultan enormemente su entrenamiento. No obstante, en el frente de batalla contra los japoneses, el papel de Desmond cambia y se acaba convirtiendo en una pieza clave: mientras llueven las balas y las bajas aumentan, Desmond se sobrepone a sus fuerzas y salva las vidas de un herido tras otro, sin portar un único arma.
“Gibson se apodera del cine bélico, como ha ya hizo con el péplum y el de aventuras, para llevarlo un poco más allá cuando la acción transcurre en el campo de batalla”, reza la crítica de 4 estrellas publicada por Xavi Pons en SensaCine. “Y es que todas las escenas de combate son alucinantes; cámaras lentas, montaje visceral y planos secuencia de sangre, sudor y lágrimas que, por un momento, meten al espectador en la primera línea de fuego del frente japonés en la Segunda Guerra Mundial. Es difícil describirlo con palabras, pero esperen un infierno en la tierra: gore a cascoporro, mutilaciones, soldados estallando por los aires, piel quemada en carne viva, y muertes a doquier”.