Predecible pero divertida, dura menos de dos horas y trae de vuelta a la protagonista de una famosa serie juvenil
Es posible que Las guerreras K-pop vuelvan a apoderarse del Top 1 de lo más popular en Netflix y sigan ganando distancia como la película más vista de la historia de la plataforma, pero este fin de semana se ha estrenado un nuevo largometraje que ha relegado a la exitosa ficción animada a un segundo puesto por lo menos durante unos días. Una comedia romántica de menos de dos horas de duración -1 hora y 45 minutos- que todo el mundo está viendo desde su llegada al catálogo: El otro París.
Dirigida por Janeen Damian y protagonizada por la ex estrella juvenil de iCarly Miranda Cosgrove y Pierson Fodé en los papeles principales, El otro París es una de esas películas divertidas y previsibles pero que son perfectas para pasar un buen rato y así se está reflejando en Netflix: estrenada el pasado viernes en la plataforma, la película ya es Nº1 en 71 países y forma parte como mínimo del Top 10 en todos los territorios en los que está disponible el servicio de ‘streaming’ -según datos publicados por FlixPatrol-.
Desesperada por escapar de su pequeño pueblo texano y explorar el mundo, Dawn (Cosgrove) es aceptada en la escuela de arte de París, pero le falta dinero para cubrir los gastos de viaje y manutención. Buscando una forma de ganar dinero rápido, su hermana menor la convence de participar un reality show al estilo de The Bachelor en París, que, como mínimo, le permitirá llegar a la ciudad europea. Sin embargo, resulta que el programa no se desarrolla en París, Francia, sino que se ambienta en París, Texas.
Atrapada como concursante de un reality a solo 30 minutos de su ciudad natal, Shawn está decidida a irse, pero se se queda completamente pillada de Trey (Fode), el apuesto y encantador soltero del programa. Esto la lleva a cuestionarse qué quiere de la vida y si vale la pena abandonar los valores de un pueblo pequeño y la vida de campo que siempre ha conocido.
Aunque la película no está siendo especialmente bien recibida por la crítica, solo hay que darse una vuelta por las redes sociales para darse cuenta de que la gente la está disfrutando como lo que es: una divertida ‘romcom’ que no se salva de su previsibilidad, pero que tiene mucho humor y encanto.
“Cuando terminé la serie iCarly, tuve la opción de seguir intentando actuar o ir a la universidad. Empecé a actuar de pequeña. La idea era ahorrar para la universidad. Por eso mis padres me decían: ‘Ay, esto [la actuación] es una buena idea. Deberías intentarlo’. [Risas] Fue una locura para mí, porque siempre lo tuve en la cabeza. ‘Ay, voy a hacer esto para la universidad’. Entonces me di cuenta de que actuar era mi pasión y quería hacerlo, así que fue muy difícil elegir entre ambas opciones”, recordaba Cosgrove en una entrevista con Digital Trends sobre lo mucho que le recuerda su personaje a su propia vida. “Diría que Dawn, en la película, tiene una lucha similar porque cree que tiene que elegir entre el amor verdadero y su sueño. Sí, diría que ir a la universidad me atrajo mucho porque siempre fue el plan, y no quería renunciar a ello”.