Elijah Wood vivió una auténtica montaña rusa interpretativa durante el rodaje de ‘El señor de los anillos’
Le tenemos tan encasillado en el papel de Frodo de El señor de los anillos, que se nos olvida que Elijah Wood era uno de los actores infantiles más cotizados de los años 90. Su cara estaba en los pósters de películas como El buen hijo, Un muchacho llamado Norte, Flipper o La tormenta de hielo, y todo el mundo en Hollywood conocía a uno de los chavales que mejor trabajaban en toda la industria. Sin embargo, entrar en la película de Peter Jackson no iba a ser tan sencillo, por conocido que fuera.
Los actorcillos del poder
Wood quería el papel de Frodo como fuera, así que no se lo pensó dos veces: se hizo un disfraz de hobbit, puso a grabar la cámara y mandó su casting a Jackson, leyendo las líneas de la novela. Al fin y al cabo, era un fan acérrimo de JRR Tolkien, y no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad: sobrepasó sin problemas a los otros ¡150! actores que querían el papel, y fue el primer elegido para formar parte de la Comunidad.
Y, como sabrán todos los que han visto las películas, está tremendamente bien elegido. Sin ir más lejos, puede apreciarse en dos planos paralelos de La comunidad del anillo y El retorno del rey. En el primero cree que Gandalf acaba de morir en Moria, y el camino cada vez se le hace más cuesta arriba. En el segundo, al final, sabe que todo tiene que tener un final, y sonríe, aunque algo apenado: han pasado dos décadas, pero a nadie se le puede ocurrir nadie mejor que Wood para ser Frodo Bolsón.
New Line
New Line
Al terminar el rodaje, como homenaje a su sacrificio, el director le dio tres regalos: en primer lugar, el Anillo Único. En segundo, la espada de Frodo. En tercero… un par de los pies prostéticos de hobbit que llevaban al filmar. Bueno, no todo iba a ser puro glamour, ¿no?