Es, a día de hoy, la cuarta película más taquillera de la historia, pero hubo muchas dudas antes de que se estrenara su primer tráiler
Si alguien sabe cómo hacer una película taquillera, ese es James Cameron. El cineasta ocupa tres de los cinco primeros puestos de la lista de filmes de más éxito de la historia. Avatar (2009) es el título que más dinero ha recaudado de todos los tiempos -2.923 millones de dólares en todo el mundo-, seguido por Vengadores: Endgame (2019) -2.799 millones de dólares-, Avatar: El sentido del agua (2022) -2.343 millones de dólares-, Titanic (1997) -2.264 millones de dólares- y Ne Zha 2 (2025) -2.150 millones de dólares-. Ahora parece imposible pensar en estos proyectos sin el gran éxito que consiguieron, pero todo el mundo creía que uno de ellos iba a ser el mayor fracaso de Hollywood.
Titanic, el primer taquillazo con la marca Cameron, se las vio y se las deseo para que la industria y el público confiaran en que podía funcionar. Así lo ha revelado el productor Jon Landau, fallecido en julio y colaborador de Cameron, en sus memorias The Bigger Picture. “Para cualquier película, el primer tráiler es muy importante. Es tu mejor oportunidad para capturar al público”, escribió, tal y como publica Variety. “Tienes dos minutos y medio para transmitir la historia y la atmósfera de la película. Esos 150 segundos lo son todo y, como tantas cosas con Titanic, se convirtieron en el tema de una gran batalla”.
Un tráiler diferente y el capote de Kurt Russell
20th Century Studios
No fue una tarea sencilla reducir la historia de Titanic, de tres horas y 14 minutos de duración y protagonizada por Kate Winslet y Leonardo DiCaprio, en un vídeo de 90 segundos. El equipo del filme hizo un primer adelanto de cuatro minutos y, cuando lo enviaron, el jefe de distribución y marketing de Paramount -el estudio y 20th Century Fox ayudaron con la financiación de la película- respondió: “Estoy vomitándome los zapatos”.
Paramount hizo otra versión más corta, pero era una introducción al filme que nada tenía que ver con la historia. “Lo llamamos el tráiler John Woo“, escribe Landau, refiriéndose al director hongkonés conocido por sus películas de acción. “Eran todo escenas rápidas, música a todo volumen, disparos y gritos. Hacía que la película pareciera de acción y estuviera ambientada en el Titanic. No era nuestra película“.
Esto condujo a una pelea sobre qué tráiler usar. “Primero hubo razonamiento, luego gritos”, cuenta Landau. Convencieron al estudio para probar el tráiler más largo en ShoWest, la conferencia de la Asociación Nacional de Propietarios de Cines en Las Vegas. La idea era perfecta: así podían testear con los distribuidores la reacción antes de lanzarlo oficialmente al mundo entero.
20th Century Studios
Había un problema añadido. Los rumores que corrían sobre Titanic por entonces eran que su presupuesto era gigantesco, de 200 millones de dólares, lo que la convertía en la película más cara hasta la fecha. Además, el público no estaba convencido de ver un filme sobre una tragedia real ocurrida hace 85 años. La revista Time, por ejemplo, hizo un reportaje de portada en el que apuntaba a que la película iba a ser un fracaso. Parecía que todo el mundo quería ver cómo Titanic se hundía. Sin embargo, una arriesgada apuesta, la de mostrar el tráiler largo, lo cambió todo.
El actor Kurt Russell, que estaba sentado entre el público, lanzó un capote a Titanic. “Al terminar, Kurt Russell dijo en alto: ‘Pagaría 10 dólares solo para ver el tráiler otra vez“, recuerda Landau. “Con eso obtuvimos una autorización especial de la Asociación Cinematográfica (MPAA) -los tráilers debían durar un máximo de 150 segundos- para lanzar un tráiler de cuatro minutos y dos segundos al público de todo el mundo. Y desde ese día, todos los artículos negativos sobre la película terminaban con la idea de que podría ser realmente buena. Fue un verdadero punto de inflexión”.
Titanic no solo se ha convertido en la cuarta película más taquillera de la historia del cine, también arrasó en los Oscar. Consiguió 14 nominaciones a los premios de la Academia de Cine de Hollywood y ganó 11. Es una de las películas que más galardones se ha llevado. Solo la igualan Ben-Hur (1959) y El Señor de los Anillos: El retorno del Rey (2003).