Dan Trachtenberg vuelve a la franquicia de ciencia ficción y acción después de haberse ganado a la crítica con ‘Prey’
Warning: todas las posibles quejas que se viertan sobre Predator: Badlands van a obviar que se trata de una sexta entrega porque ya estamos acostumbrados a vivir en un mundo lleno de IPs y franquicias. Si esta película no fuera una sexta entrega sería mucho mejor recibida de lo que va a ser, aunque me estoy aventurando porque aún no he leído otras críticas.
Dicho esto. Alejandro G. Calvo ha podido ver la película y, aunque hay una ‘Disneyficación’ clara, termina siendo una película de ciencia ficción muy interesante y divertida.
Trachtenberg es un hombre entregado a la causa Predator. Estrenó Prey después de haber pasado seis años dirigiendo episodios de televisión y, aunque nadie creía en la película -en España, por ejemplo, se estrenó directamente en Disney+- cosechó halagos de la crítica. Este mismo año ha estrenado el largometraje animado Predator: Killer of Killers (2025), también con muy buena acogida. Y por eso el estudio le ha dejado dar un paso adelante dentro de la franquicia y le ha ofrecido dirigir esta cinta de acción real con estreno en cines.
En Predator: Badlands nos encontramos con un predator nuevo, que no lleva máscara y que tiene los rasgos menos ‘predator’ de toda la saga. Se presenta como el héroe de la acción, lo que se carga por completo la historia de la franquicia, aunque dentro del lore tiene sentido. Este predator es el más débil de la manada y deberá seguir el mítico camino del héroe para terminar convirtiéndose en un predator de pura cepa. Para ello cuenta con la ayuda de una sintética de la saga Alien -ya sabéis que ambas sagas están conectadas-.
‘Disneyficación’ de la saga ‘Predator’
La película tiene un carácter ochentero súper marcado y está mucho más cerca de Willow que de cualquier entrega de su propia saga. Hay una ‘Disneyficación’ clara de Predator. Con esto me refiero a que se acerca mucho a The Mandalorian. Toda la película transcurre en un planeta extraño y diferente a la Tierra, en un entorno hostil lleno de vida vegetal y animal chulísima. Desde el lado estricto de la ciencia ficción pura, es una película muy disfrutable, pero se acerca mucho a esas aventuras de la serie de Star Wars.
También es ‘Disneyficación’ el hecho de que esto es un producto mucho más amable, con la violencia más bajada, con lo cual está en las antípodas de lo que sería Predator 2, que es una película muy violenta, propia de los años 80 donde reinaban películas como Terminator. Aquí estamos más en lo fantástico y, aunque hay peleas, suceden fuera de campo para que la violencia no impacte tanto en pantalla. Eso sí, Trachtenberg plantea ideas muy interesantes y divertidas para justificar su uso fuera de pantalla.
Dentro de esa ‘Disneyficación’ también podríamos hablar de un montón de bichos ‘funkeables’ a los que se le incorpora un cierto gag humorístico.
Una renovación de la saga hacia el estilo ochentero
La película tiene un contexto chulo, un camino del héroe como eje central -algo que hemos visto muchas veces pero que siempre funciona- y una relación entre predator y la sintética muy bien escrita. Todo eso funciona, pero se nota que está escrita a trompicones y los saltos entre escenas son evidentes. Hay un momento en que la película se empieza a deshacer y la segunda parte resulta más predecible.
Yo creo que es necesario que los productos evolucionen. Tiene que existir una evolución porque si no no tiene sentido seguir sacando entregas de una misma IP. Uno de los grandes problemas con las películas tótem es que los fans viven cualquier cambio con mucha hostilidad -y si no que se lo digan a Star Wars-. Todo esto que he dicho tiene que ir acompañado con que esa evolución mole. No creo que este Predator vaya a aportar algo más chulo que la película de Shane Black, por ejemplo, pero hablamos de un producto bastante normalito.
Al igual que ocurre en Alien: planeta Tierra, con esta Predator: Badlands se está buscando una renovación de la saga. Se busca una evolución que sea más lúdica, más ochentera y despreocupada para que vivamos unas aventuras con unas alienígenas que se matan. Es una película que parece que no tiene una gran ambición más allá de ser entretenimiento.