
El esfuerzo tuvo su recompensa: la actriz ganó el segundo Oscar de su carrera por su papel en la famosa película del cineasta
A lo largo de sus más de 50 años de carrera como cineasta -muchos más si tenemos en cuenta sus 20 anteriores solo como actor), Clint Eastwood se ha ganado el honor de ser considerado como uno de los mejores que nos ha brindado la industria cinematográfica. Una leyenda viva del cine que a sus 94 años estaba estrenando con absoluta lucidez su película número 40: Jurado Nº2.
El director demostró su talento detrás de las cámaras muy rápidamente y sus primeras películas fueron objeto de buenas críticas de forma generalizada, aunque no sería hasta 1993 que ganase su primer Oscar: por Sin perdón, recibió el premio a Mejor director y también Mejor película. Poco más de una década después, la doble victoria se repetiría con Million Dollar Baby, sin duda una de sus mejores películas.
De hecho, Million Dollar Baby no solo se llevó los Oscar a Mejor director y Mejor película, sino que también recibió los de Mejor Actriz para Hilary Swank -su segundo tras haberlo ganado en el año 2000 por su papel en el drama Boys Don’t Cry– y Mejor Actor de Reparto para Morgan Freeman. Además, la película recaudó 217 millones de dólares en taquilla internacional con un presupuesto estimado de 30 millones.
Estrenada en cines en marzo de 2005, la película sigue a Maggie Fitzgerald, una mujer en la treintena que busca un entrenador físico para convertirse en una de las mejores boxeadoras cuando conoce a Frankie Dunn (Eastwood), un entrenador rudo que vive solo desde que su hija lo rechazó y que en el pasado trabajó con algunos de los mejores. Tras rechazar repetidamente la petición de la joven, Frankie finalmente cede y comienza una relación turbulenta entre ellos, durante la cual Maggie y el entrenador descubren una conexión y un vínculo inesperados.
3 meses de entrenamiento intensivo para el papel por el que ganó su segundo Oscar
Dirigida por Clint Eastwood y escrita por Paul Haggis, la película está inspirada en tres relatos semiautobiográficos escritos bajo el seudónimo de F.X. Toole pero que en realidad era Jerry Boyd, un exentrenador profesional que pasó una larga temporada en el mundo del boxeo y absorbió sus códigos y costumbres, su espíritu y su lenguaje.
Million Dollar Baby requirió que Hilary Swank, excampeona de natación, se sometiera a tres meses de entrenamiento intensivo, lo cual fue suficiente para satisfacer a Eastwood, quien consideraba a la actriz demasiado frágil para el papel.
Seis días a la semana, comenzando a las 5 de la mañana durante cuatro horas, la actriz entrenaba en el Gleason’s Gym de Broadway con Héctor Roca, considerado uno de los mejores entrenadores del mundo y que ayudó en las carreras de numerosos campeones mundiales. Durante sus clases, la actriz incluso llegó a contar como sparring a Lucia Rijker, cuatro veces campeona mundial de boxeo -y que también aparece en el largometraje, interpretando a Billie “El Oso Azul” y enfrentándose a Maggie en el ring-.
Tras el entrenamiento de cuatro horas de boxeo, el día no había terminado para Swank, que posteriormente continuaba en el gimnasio junto al entrenador y levantador de pesas Grant Roberts.
Asimismo, la actriz también tuvo que seguir una dieta estricta, tal y como ella misma declaró a MovieWeb durante la promoción de la película en 2005:
“Mi entrenamiento consistía en dos horas y media de boxeo y aproximadamente una hora y media o dos horas de levantamiento de pesas todos los días, seis días a la semana”, explicaba Swank. “Los productores me pidieron que ganara 4.5 kilos de músculo. Gané 8.6 kilos. Empecé con 50 y llegué a pesar 62. Para lograrlo, tenía que consumir 210 gramos de proteína al día.
El cuerpo solo puede asimilar una cantidad limitada de proteína, así que tenía que comer cada hora y media. Así que, con cada comida, me bebía las claras de huevo porque nunca podía comer de 8 a 12 claras de huevo de una sentada.
“Era lo peor del mundo. Tenía que beber aceite de linaza. El aceite de linaza es muy importante para el cerebro y también para mantener todo en movimiento cuando se consume tanta proteína. Es una grasa muy importante. Una cucharada de aceite de linaza contiene unos 15 gramos de grasa”, contó sobre el proceso para cumplir con el cambio físico que le habían pedido para la película.
Incluso sus noches estaban condicionadas: para que sus músculos descansaran entre cada sesión, Hilary Swank tenía que dormir nueve horas: “El problema era que necesitaba nueve horas de sueño cada noche porque los músculos necesitan descansar para desarrollarse o, de lo contrario, se revierte. Así que dormía nueve horas cada noche, pero tenía que despertarme por la noche y tomar batidos de proteínas porque no podía pasar tanto tiempo sin comer”.
Un esfuerzo que fue recompensado con el segundo Oscar de su carrera y sin duda una de sus mejores películas.