
Antes de hacerse famosos, ambos estaban sin blanca y compartían un piso cutre en Los Angeles. Triunfaron al mismo tiempo, pero solo uno se convirtió en una estrella de Hollywood en mayúsculas
Ahora tienen 56 y 61 años respectivamente y unas carreras muy diferentes, pero en los comienzos de sus respectivas carreras Jason Priestley -el inolvidable Brandon de la serie Sensación de vivir– y la megaestrella de Hollywood Brad Pitt fueron compañeros de piso. Así lo recordaba el propio Priestley en enero de 2024 en su visita al programa Live with Kelly and Mark para promocionar la serie en la que trabaja actualmente, Wild Cards, tal y como reocgería la revista People.
Según el ex de Sensación de vivir, compartió piso con el ganador del Oscar por “un breve periodo de tiempo” y con una tercera persona que no identificó, pero que, al parecer no era especialmente buen compañero. Como entonces ninguno de ellos era una estrella, la vivienda que compartían era bastante modesta: “un apartamento de dos habitaciones en una zona realmente cutre de Los Angeles”.
“Brad no era tan malo como mi otro compañero de piso, que era un completo desastre”, recordaba Priestley cuando le preguntaron sobre cómo era Pitt como compañero de piso. “Pero Brad estaba bien”. No obstante, sí participaba de un juego absurdo del que ahora ninguno se sentiría demasiado orgulloso, pero que entonces parecía hacerles gracia:
Solíamos jugar a este juego, todos nosotros, de a ver quién aguantaba más tiempo sin ducharse. Ahora lo pienso y pienso: ‘¡Qué asco! ¿En qué estabas pensando?’
¿Quien las ganaba? “Siempre Brad. No creo que ya lo haga, pero en aquel entonces podía pasar mucho tiempo sin ducharse”, confiesa Priestley.
Antes de su visita al programa, el actor ya había contado algunas anécdotas de su pasado como compañero de piso de Brad Pitt en el libro de memorias que publicó en el año 2014, Jason Priestley: A Memoir. “Vivíamos a base de fideos ramen, cerveza común y corriente -de esas que venían en latas blancas con la etiqueta CERVEZA- y cigarrillos Marlboro Light”, escribió Priestley durante esa etapa, que se produjo antes de que ambos se hicieran ricos y famosos.
Su momento de gloria llegó más o menos al mismo tiempo: mientras Jason Priestley debutó como Brandon en Sensación de vivir en 1990, Brad Pitt se hizo famoso y comenzó a obtener papeles a raíz de su aparición en la famosa película de Ridley Scott Thelma & Louise en 1991.
Entonces estaban “todos sin blanca” y unidos con un objetivo común, pero luego poco a poco fueron perdiendo el contacto. No obstante, todavía conserva un regalo que Pitt le hizo en Navidad: “Brad había regresado de visitar a su familia en Missouri y nos trajo Biblias a todos. Nuestros nombres estaban grabados; eran preciosos. Todavía conservo la mía; está en casa, en mi estantería”.