Alejandro G. Calvo está acompañado por Alauda Ruiz de Azúa, directora y guionista de cine. Su ópera prima ‘Cinco lobitos’ le hizo ganar el Premio Goya a mejor dirección novel.

Nacida en Baracaldo en 1978, Alauda Ruiz de Azúa arrasó en 2022 -tras más de una década trabajó en publicidad, donde desarrolló un estilo visual preciso y una gran sensibilidad para la dirección de actores- con una película que emocionó al público y a la crítica a partes iguales. Se trata de Cinco lobitos, un filme autobiográfico sobre una pareja joven que acaba de tener un bebé. La presión que esta situación añade a la relación hace que se pongan de relieve sus fragilidades y ella decide dejar Madrid para marcharse al lado de su familia en el País Vasco. Después estrenó Querer, otra laureada historia, esta vez en formato serie de televisión, en el que una mujer abandona a su marido tras 30 años de matrimonio y le denuncia por violación continuada.
Y ahora estrena Los domingos, un largometraje sobre una adolescete que quiere ser monja en contra de los deseos de su familia. En concreto, de su tía, quien no acepta el camino que ha elegido su sobrina. La cineasta ha visitado Otra ronda, el podcast conducido por Alejandro G. Calvo y ha hablado de su reciente estreno, entre muchas otras cosas.
Ruiz de Azúa destaca como una contadora de historias que deja mucha libertad a la narración, a sus personajes y a la interpretación de los espectadores. “Pienso mucho en el espectador pero me utilizo a mí misma. Pienso mucho en cómo percibo yo las cosas, dónde está la tensión de esa escena, qué me tensa de esos personajes…”, reflexiona en la entrevista y añade por qué en sus películas, a pesar de ser profundamente dramáticas, no hay espacio para el melodrama.
Cuando yo me coloco como espectadora me gusta tratar al espectador como me gusta que me traten a mí y, a medida que soy más adulta, me gusta el cine que no me quiere empujar. En el cine, desde la música o desde donde pones la cámara, puedes empujar muy fácilmente al espectador a muchos sitios
“Creo que me gusta más generar escenas, situaciones, viajes… donde te puedas encontrar incluso con sentimientos encontrados. Busco activar algo sobre conversaciones bastante concretas. En el caso de Los domingos hay una conversación muy concreta sobre la familia y la opción religiosa“, continúa. Incluso con esta intención clara, deja preguntas abiertas para que las reciba el público: “en Los domingos quise dejar mucho margen al espectador, intentar lanzar buenas preguntas para que el espectador pudiera hacer su propio viaje”.
Es una dinámica natural en ella. Si bien Cinco lobitos fue “una manera de entenderme a mí misma”, con Querer o Los domingos tuvo que llevar a cabo una investigación más extensa para escribir el guion. Lo que buscaba en el proceso era “entender cosas que me parecían incómodas, tensas o que no tuviera yo todas las respuestas”. Después, hay mucho de escuchar la historia y deshacerse de los propios prejuicios.
“Siempre que empiezas a escribir algo tienes tus propias ideas preconcebidas, partes de tu propia mochila de cosas. Si dejas que los proyectos te vayan hablando, van apareciendo cosas y lo van nutriendo. En Los domingos, era muy realista que la chica cantara en un coro, que era una actividad que me permitía vincularla al mundo de los jóvenes. Pero luego, en el proceso de escritura, descubrí tres momentos clave en el coro que eran como la banda sonora de la película”, explica.
Su manera de escribir puede dar incluso con sentimientos encontrados. “A veces van a la contra de lo que habías escrito al principio”, apunta Alauda Ruiz de Azúa, “por ejemplo, aquí el mundo de la familia y la religión estaban muy encontrados, pero luego empezamos a localizar y, de repente, me di cuenta de que igual lo interesante no era diferenciarlo tanto, sino que están mucho más comunicados de lo que parece. Estas dos comunidades tienen sus luces y sus sombras, sus fragilidades. Hay que entender que el proceso está vivo”.
Los domingos ya está disponible para ver en cines de toda España.