
‘X-Men: Días del Futuro Pasado’ nos deja caer todo lo que puede hacer Mística, pero no solo eso: en la mejor tradición Marvel, Jennifer Lawrence acaba dando sopas con honda a todos sus enemigos
Aunque Mística es un personaje clave de la historia de los X-Men, lo cierto es que no debutó en una historia de este grupo. Lo hizo, de hecho, en las páginas del número 16 de Ms Marvel (no la que conocéis por el UCM, por aquel entonces el nombre lo tenía Carol Danvers) allá por abril de 1978, aunque no desvelaría su forma completa hasta dos números después. Muchos años después descubrimos que era la madre de Rondador Nocturno (creando su propio esperma cuando estaba en forma masculina, mejor no preguntéis) y la madre adoptiva de Pícara. Ah, sí, y también de Graydon Creed, su hijo con Dientes de Sable. Marvel es complicada, ¿vale?
Una brujita, una mística
La primera vez que vimos a Mística en el cine (y, por tanto, se dio a conocer entre el gran público) fue en el año 2000, cuando Rebecca Romjin la interpretó con un estilo espectacular. De hecho, será ella y no Jennifer Lawrence, que se hizo con el personaje a partir de 2011, en las precuelas de la saga, quien la interprete de nuevo en Vengadores: Doomsday. Sin embargo, es en las películas con Lawrence (y particularmente en Días del futuro pasado) donde está uno de sus momentos más increíbles.
En la película, el Doctor Trask (interpretado de manera genial por Peter Dinklage) le dice al Presidente de Estados Unidos, “Puede transformarse en cualquiera: un general, un hombre del Servicio Secreto, incluso en usted, señor Presidente”. Nunca imaginarás lo que pasa a lo largo de la película: en ese orden, Mística va suplantando a todos (bueno, en lugar de un general es un coronel, pero funciona igual de bien).
Dicho sea de paso: aunque la película es buena y mucho mejor que las que hicieron después, no deberías perderos el cómic original de Chris Claremont y John Byrne, que se publicó allá por 1981 y en solo dos números marcó gran parte del lore mutante de los siguientes años. Y sí: Mística vuelve a ser la causante de todo. No se la puede dejar sola.