
Keanu Reeves sigue como loco intentando hacer ‘Constantine 2’, y con razón: aunque la película original no se parecía demasiado a los cómics de ‘Hellblazer’ tenía momentos míticos y épicos
John Constantine nació en las páginas del número 37 de La cosa del pantano, allá por junio de 1985, con autoría del mismísimo Alan Moore. Sin embargo, adquirió fama real después, cuando Hellblazer salió a la venta y se convirtió en el icono principal de la línea Vértigo. Es normal, pues, que quisieran hacerle una película… aunque en realidad, Constantine se pareciese muy, muy poco al personaje original. Keanu Reeves lo dio todo y Francis Lawrence consiguió hacer algo realmente único, pero la verdad es que voló por su cuenta. Y no es necesariamente malo.
You never walk alone, John
Es curioso el motivo por el que Constantine se llamó así y no Hellraiser, como el título original: se debió a que no querían que se les confundiera a la saga de películas de terror de Clive Barker que, a su vez, ha tenido diez secuelas y tiene una serie de televisión en preparación. Tiene sentido porque, de hecho, continuando el número 300 de Hellraiser, la serie de cómics pasó a llamarse Constantine y, de hecho, encontró su huequecito en la continuidad del Universo DC.
Lo que sí que consiguió fue replicar ese ambiente enrarecido del cómic, algo que se puede ver en la escena del exorcismo, donde, antes de que consiga hacerlo, podemos ver en una televisión un spoiler de lo que ocurrirá poco después: los dibujos animados nos muestran que saldrá con éxito (en una escena, todo sea dicho, espectacular).
Y la pregunta es… ¿Qué pasa con Constantine 2? Llevamos años escuchando rumores pero, según se cuenta, parece que por fin lo han conseguido, y tanto Keanu Reeves como el estudio y el director están contentos con el guion. Ahora solo falta que se decidan a rodar de una vez por todas, porque necesitamos a John Constantine más que nunca para salvarnos de unas adaptaciones comiqueras cada vez más clónicsa.