Este cómico, fallecido en 1997, podría haber sido una de las mayores estrellas internacionales del humor

Hace 28 años, Chris Farley, uno de los talentos más prometedores del humor estadounidense, murió a los 33 años, poniendo fin a una carrera que apuntaba a convertirlo en una figura internacional al nivel de Robin Williams.
Conocido por su energía desbordante y su carisma, el actor había destacado en Saturday Night Live durante los años 90, una época dorada para el programa que lanzó a la fama a numerosos comediantes.
Farley se dio a conocer en SNL por su estilo cómico físico y arrollador, aprovechando su imponente figura para dar fuerz a sus sketches. También participó en películas como Wayne’s World ¡Qué desparrame!, Oveja negra o El Ninja de Beverly Hills.
Su éxito lo llevó a ser elegido para poner voz a Shrek en la película de Dreamworks, para la cual llegó a grabar el 90% de sus diálogos antes de su fallecimiento. Mike Myerrs, compañero suyo en SNL, tuvo que reemplazarlo tras una reescritura de guion.
El actor luchaba desde hacía años contra serias adicciones al alcohol y las drogas, lo que finalmente causó su muerte por sobredosis accidental de cocaína y morfina en 1997. A pesar de haber pasado por 17 tratamientos de rehabilitación, no consiguió superar sus dependencias. Su estilo de vida y su lucha interna afectaron profundamente su salud física y mental, agravadas por los problemas derivados de su obesidad y una constante sensación de inseguridad.
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La fama repentina y la presión mediática también fueron difíciles de sobrellevar para Farley. Quienes lo conocieron lo describen como un hombre amable, atento y extremedamente sensible. Su deseo constante de agradar y de ser querido por todo se transformó en un impulso autodestructivo que lo llevó a los excesos. Así lo definía Myers respecto a una colaboración en el famoso sketch de los Chippendales:
Estaba muerto de miedo, porque ya le había roto un diente a alguien y dejado una cicatriz… Después de los Chippendales dijimos: ‘Oh, este tipo se va a convertir en un gigante. Se convertirá en una enorme estrella
Chris Farley dejó una marca imborrable en el mundo del humor. En 2005 recibió una estrella póstuma en el Paseo de la Fama de Hollywood, reconocimiento a su talento y legado. Su amigo David Spade expresó durante la ceremonia: “Chris sigue ocupando un lugar muy especial en nuestros corazones, todavía lo recordamos”.