Christopher Nolan sabía muy bien lo que estaba haciendo en ‘Memento’, y esta es la prueba
Cuando Christopher Nolan se subió en el coche con su hermano Jonathan para hacer un viaje larguísimo de Chicago a Los Angeles, no esperaba que acabaría engendrando una de las películas más apasionantes de su carrera: Memento. Sin embargo, en aquel pitch inicial que apasionó a los Nolan aún faltaba una pieza clave: la manera de contar la historia, que por un lado iría hacia atrás y por otro hacia delante, hasta encontrarse en un punto. Cuando tuvieron el guion terminado, Christopher se lo enseñó a su novia (ahora mujer), Emma Thomas, y se encargó de que la película se hiciese. Es lo que merecía, por otro lado.
Te lo digo al derecho y al revés
De hecho, Jonathan Nolan confiaba tanto en la historia que incluso hizo él mismo la web de la película, añadiendo pistas para intentar montar la historia al completo, con recortes de periódico y fotografías Polaroid que no destripaban la trama, pero sí hacían que los fans pudieran indagar más en ella. El márketing fue tan de guerrilla (el tráiler, por ejemplo, solo se vendió a canales baratos y a webs en una época donde aún era barato hacerlo) que el éxito sorpresa les pilló a todos con el pie cambiado.
Nolan se permitió el lujo de, ya que estaba jugando con el público y desafiando su atención, spoilear el final de Memento media hora antes de que ocurriese, durante tan solo un par de fotogramas. En un momento dado, vemos a un hombre (que después tendrá importancia mayúscula en la película) cuya cara cambia a la del protagonista durante el tiempo justo para creer que lo has visto, pero sin verlo realmente. Si has visto la película, ya sabes por qué. Si no, es el momento de ponerte a ello.
Por cierto, cuando la película salió en DVD, hubo una edición que ofreció la película en orden, pero tan solo se vendió en Reino Unido, para que los más despistados por fin pudieran encontrarle sentido. ¿O quizá no? Al fin y al cabo, no deberías creerte sus mentiras…