El Genio se podía salir con la suya y decir lo que le viniera en gana, pero esto es demasiado
Ahora es lo más normal del mundo que las estrellas de cine doblen películas animadas: Steve Carell en Gru, mi villano favorito; Christian Bale en El chico y la garza; Tom Hanks en Toy Story… Sin embargo, el primero en romper el molde no fue otro que Robin Williams, que aceptó ser el Genio en Aladdin después de ver un stand-up animado que habían montado para convencerle. Williams solo puso una condición: que su voz no se utilizara de manera no autorizada en la campaña de marketing. Disney lo hizo, y Williams se negó a volver en El retorno de Jafar. Lógicamente.
Si a Arabia tu vas
Cuando llegó la hora de hacer Aladdin y el rey de los ladrones, la tercera parte de la franquicia, Williams hizo las paces con Disney y aceptó volver a cambio de un millón de dólares. De hecho, el VHS en un inicio tuvo el subtítulo “protagonizada por Robin Williams”: si te has gastado el dinero, lo mínimo es enseñarlo, ¿no? Borraron todas las pistas de voz que ya había hecho Dan Castellaneta y rehicieron el guion y la animación para adecuarse más al estilo frenético de los chistes del actor.
Uno de estos chistes, por cierto, es imposible de pillar cuando eres un niño: el Genio, cuando nota un terremoto, dice “Creía que la tierra no se tenía que mover hasta la noche de bodas”. Y, francamente, uno no puede dejar de pensar qué se dejarían fuera del montaje si esto llegó a entrar.

Disney
Williams nunca volvería a ser el Genio, ni en la serie de Disney, ni en los productos derivados, pasándole el testigo a Dan Castellaneta (más conocido como Homer Simpson). Aladdin y el rey de los ladrones tiene el mérito de ser el mejor producto derivado de la película original y también uno de los más olvidados, tristemente. ¡No será, desde luego, porque Williams no lo dio todo!