La demanda colectiva contra Prime Video afirma que la compañía lleva a cabo la práctica de “bait and switch”: supuestamente engaña a los consumidores haciéndoles creer que han comprado contenido cuando solo obtienen una licencia
La compra de películas en formato digital tiene algunas cosas buenas: es rápido, más barato y no ocupa espacio en casa. Sin embargo, ocurre con ellas algo que no pasa con el formato físico. Lo que estás comprando no es la propiedad del filme, sino una licencia de visualización de acceso limitado en el tiempo.
Un ejemplo: Compras en Amazon Prime Video una película. En cuanto haces la transacción económica, ese filme te pertenece. Sí, pero no. Solo lo hace mientras que la compañía tenga los derechos. Si los pierde, ya no puedes acceder a ella y desaparecerá de tu biblioteca. Por lo tanto, ¿”comprar” es el verbo adecuado para referirse a este intercambio? La duda aquí es si Amazon puede afirmar que un cliente está “comprando” una película. Algunos no están de acuerdo y han reaccionado.
El pasado viernes, 22 de agosto, una propuesta de demanda colectiva contra Amazon fue presentada en un tribunal federal de Washington. La denuncia se debe a la técnica conocida como “bait and switch”, es decir, dar gato por liebre: la empresa, supuestamente, engaña a los consumidores haciéndoles creer que han comprado contenido cuando lo que realmente obtienen es una licencia de visualización que puede revocarse en cualquier momento.
La demanda acusa a Amazon de tergiversar la naturaleza de las transacciones de películas y series durante el proceso de compra. La compañía indica a los consumidores en su web y plataforma de ‘streaming’ que pueden “comprar” una película. Sin embargo, tal y como señala la denuncia, en una nota a pie de página en la página de confirmación se esconde una letra pequeña: “Recibes una licencia para el video y aceptas nuestros términos”.
Los denunciantes, señala THR, solicitan una indemnización por daños y perjuicios no especificados, incluyendo la restitución de beneficios y daños punitivos por presunta conducta intencionalmente maliciosa.
Una demanda previa en 2020
No es la primera vez que algo así acaba en los tribunales. En 2020, una demanda alegó competencia desleal y publicidad engañosa sobre esta práctica. Amazon, por su parte, sostuvo que el uso de la palabra “comprar” para contenido digital no es engañoso, ya que los consumidores entienden que sus compras están sujetas a licencias. El tribunal rechazó la solicitud de la compañía de desestimar la demanda amparándose a una reclamación por violación de la ley de enriquecimiento injusto -nadie debe enriquecerse injustamente o sin causa a costa de otro- de Washington.
A principios de este año, en California, entró en vigor una ley que prohíbe anunciar una transacción como compra a menos que ofrezca propiedad ilimitada del producto. Wright Noel, el abogado de los consumidores, señala que Amazon “no cumple con los estándares establecidos por la ley para un aviso claro y visible de que lo que están comprando es una licencia revocable para acceder al producto digital. La advertencia está oculta en la parte inferior de la pantalla, con una fuente considerablemente más pequeña que el resto del texto en pantalla”.