‘Tron’ consiguió algo que ninguna otra película de ciencia-ficción había conseguido: que nos creyéramos un detalle muy específico
Todos hemos fruncido el ceño alguna vez al ver un hacker en una película tecleando a toda velocidad cosas inconexas y afirmando algo como “Estoy dentro”. La realidad informática no es así y la programación es mucho más compleja, pero, en aras de no hacer una película de varias horas solo de código, se ha convertido en un punto más de la tácita suspensión de la incredulidad. Pero, por una vez, los informáticos de medio mundo tuvieron algo que celebrar cuando vieron que, en 2010, hubo alguien en Tron: Legacy que entendía lo que estaba haciendo desembarazándose de sistemas operativos ficticios y utilizando uno real.
Qué pasa, tron
Aunque se vende que la primera Tron, de 1982, fue un espectacular fracaso, lo cierto es que dio dinero en taquilla y después se convirtió en película de culto del videoclub. Suficiente para hacer una segunda parte tardía en 2010 que volvió a dar beneficios, aunque fueran exiguos. Al final, la supervivencia de la saga se juega a una carta: el 10 de octubre sabremos si la gente tiene ganas de Tron: Ares.
De lo que sí tiene ganas, seguramente, es de ver más sistemas operativos que tengan sentido en pantalla. En Tron: Legacy, en particular, utilizaron Ubuntu para programar, y, los que lo reconocieron, lo hicieron con cierta algarabía. Por aquel entonces, el sistema llevaba tan solo 6 años, pero no se apagó a lo largo de las décadas. Es más, en 2025 acabamos de recibir su nueva versión, por lo que nadie impide que la fiesta siga en Tron: Ares.

Disney
Por cierto, si tenías dudas, Jeff Bridges también saldrá en esta tercera entrega a sus 75 años, participando así en el primer encuentro entre la humanidad y la inteligencia artificial. Si tenemos suerte, se quedará en la ficción, pero viendo la deriva del mundo… no apostaría por ello.