Inés Pintor y Pablo Santidrián llevan a la gran pantalla el éxito de ventas de Ariana Godoy. En cines a partir del 12 de septiembre
Entre miedos, traumas personales y terapias puede surgir el amor, aunque para ello primero tienes que curarte a ti misma. Eso es lo que cuenta Sigue mi voz, la exitosa novela escrita por Ariana Godoy que consiguió 35 millones de lecturas online en la plataforma Wattpad y que se basa en una experiencia personal de la propia autora. “A Ariana Godoy esta historia le importa mucho porque ella también estuvo un tiempo que no podía salir de casa, que tenía ansiedad, tenía ataques y entonces se acabó recluyendo en casa un tiempo”, cuenta Pablo Santidrián, co-director de esta cinta junto a Inés Pintor, en una entrevista con SensaCine.
La cinta cuenta cómo Klara, una chica adolescente, intenta superar sus problemas de salud mental gracias a un programa de radio titulado Sigue mi voz. Lleva 76 días seguidos sin salir de casa y la voz de ese chico, Kang, que suena por sus auriculares es una de sus pocas conexiones con el exterior. La joven termina enamorada del locutor sin saber que, poco después, se lo cruzará por los pasillos de su instituto.
“Principalmente es un drama centrado en el amor, pero hablaría de una historia de amor propio, de superación y de todo ese recorrido personal [que hace la protagonista]”, señala el director. Era muy importante para ellos representar los altibajos de Klara de manera realista, haciendo ver al espectador que una enfermedad mental tiene tantos días malos como días buenos. “Queríamos también un poco de equilibrio. Como pasa también en la vida de la gente que lidia con problemas de salud mental. Un día estás fatal y al día siguiente tienes algo que te hace estar bien. No es un proceso tan lineal, sino que tiene subidas y bajadas”, añade Inés.
Los directores ya han demostrado en otros trabajos su interés por retratar emociones desde una mirada honesta y cercana. Son los creadores de El tiempo que te doy, una de las miniseries más destacables de los estrenos de Netflix de los últimos años. Aquí se enfrentan al reto de adaptar un libro con miles de lectores fieles, cuidando tanto la esencia de la historia como el tono con el que se abordan los temas más delicados.
La película tiene dos líneas que se entrecruzan: la historia de amor y el drama. Para vosotros, ¿hacia qué género se inclina la balanza?
Pablo: Pues me cuesta definirlo, pero diría que es más un drama, sí, más centrado en el amor. Principalmente hablaría de una historia de amor propio, de superación y de todo ese recorrido personal [que hace la protagonista]. Y luego, quizá en un segundo plano, está ese amor que surge con Kang, que la acompaña en el proceso que ella está viviendo.
¿Qué era importante para vosotros decir a través de la historia de Clara?
Inés: Para nosotros era importante mostrar una visión realista de lo que vive Klara. Hablar de la salud mental desde un punto de vista realista, sin edulcorarla. Darle importancia a la terapia, a hablar las cosas y entender que su camino de superación no es fácil. Tenemos un mensaje esperanzador y un final feliz, pero que se vea que no es sencillo llegar hasta ahí, que es un trabajo y un esfuerzo.
Era importante hablar de la salud mental desde un punto de vista realista, sin edulcorarla
¿Os interesa que la película abra debate sobre algún tema en particular?
Pablo: A nosotros, para embarcarnos en el proyecto, siempre nos ha movido las ganas de poner una historia sobre la mesa, sobre la salud mental y sobre cómo los jóvenes tienen que enfrentarse a ella y cómo lidian con esa problema. Sentíamos que no había tantas películas así y que eran necesarias como un nuevo referente para nuevas generaciones.
Inés: Ya no es sólo entretener, a nosotros nos interesa siempre generar debate y generar una recepción porque por algo también tocamos estos temas, ¿no? Por ir un poco más allá.
Claro, si no haríais una historia de amor al uso, ¿no?
Inés: Sí, a ver que también está bien, ¿eh? Pero queríamos también un poco de equilibrio. A veces están las escenas dramáticas y entra una que es una tijera con la familia, con los amigos. Como pasa también en la vida de la gente que lidia con problemas de salud mental. Un día estás fatal y al día siguiente tienes algo que te hace estar bien. No es un proceso tan lineal, sino que tiene subidas y bajadas. Eso también era algo que nos importaba que estuviese en la película, ese vaivén del proceso de superación.

Beta Fiction
Ahí está también el personaje del psicólogo, ¿cómo construisteis estas sesiones que tiene? Porque hace avanzar bastante la película y te hace reflexionar más cuando está contando lo que tiene dentro
Inés: El psicólogo tiene mucha importancia en la novela y nosotros ese personaje ya lo teníamos, pero sí que es una pregunta curiosa porque fue uno de los hallazgos que tuvimos en montaje. La película no se estructuraba tanto con el psicólogo. Las sesiones existían, pero estaban colocadas de otra manera y al final en diferentes versiones de montaje fuimos encontrando que nos estructuraba mucho la película, nos hacía avanzar mucho y ayudaba a entender muy bien el proceso de Klara. En guion, estaba la estructura de capítulos que son los pasos de ella de superación y al final fue como unir las dos cosas, al psicólogo con esos pasos que va dando ella.
Ariana Godoy se basó en su propia experiencia con la salud mental para escribir la historia, ¿os ha dado algún consejo para la adaptación?
Pablo: Sí, a Ariana Godoy esta historia le importa mucho porque ella también estuvo un tiempo que no podía salir de casa, que tenía ansiedad, tenía ataques y entonces se acabó recluyendo en casa un tiempo. Te diría que fue incluso más tiempo que el que está Klara en la película. Por eso también tiene tanto cariño a esta historia, porque es algo que a ella también la resuena mucho.
¿Y os ha dado algún consejo para la adaptación, para entender mejor a la protagonista?
Pablo: Antes de estar dentro del proyecto ya tuvimos una reunión con ella para hablar de cómo lo veíamos nosotros y cómo lo veía ella. La verdad es que fue todo bastante en sintonía, no había nada en nuestras propuestas que no encajase con su visión y con el cariño que ella tenía en la historia. Y luego también vino al rodaje. Ariana ha estado siempre ahí para ayudarnos y para, en el momento en que teníamos duda de cómo enfocar algo, lo podíamos chequear con ella, porque ella al final también había pasado por ello.
Antes de estar dentro del proyecto, tuvimos una reunión [con Ariana]. Fue todo bastante en sintonía, no había nada en nuestras propuestas que no encajase con su visión
¿Qué era lo que queríais trasladar de la esencia del libro a la pantalla?
Inés: Yo creo que algo en la historia que queríamos trasladar era la sensibilidad con la que trata algunos temas que son difíciles. Esto también nos llevó a nosotros a hacer algo que nos gusta y que es mucho de nuestro estilo que es el equilibrio de lo que es difícil o duro con algo que lo haga un poquito más bonito o más bello. Esto también estaba en el libro, el libro tiene momentos muy sensoriales, muy de describir el primer camino de Klara, como ella se relaciona con los objetos, con el mundo que la rodea, con el instituto, con las personas y esto también lo hemos intentado como trasladar a la pantalla.
El casting es fundamental, yo creo que a los fans lo primero que les llama la atención es ver qué actores han escogido para la adaptación, ¿cómo fue este proceso de encontrar a Klara y a Kang? ¿Fue complicado encontrarles?
Inés: Fue complicado en el caso de Kang. El personaje era difícil. En el caso de Berta Castañé, de Klara, fue con un casting al uso, donde nos llegaron un montón de pruebas y tuvimos muy claro cuando vimos a Berta, porque aportaba algo muy especial al personaje y era una prueba súper interesante ¿no? Para Kang fue más complicado porque hubo que buscar a nivel internacional, no era una cosa solo aquí en España y cuando le conocimos nos parecía que tenía la esencia totalmente del personaje de Kang, pero Jae Woo no había hecho nada de actuación, entonces estuvimos haciendo unas pruebas y trabajando un poco con él previamente para ver por dónde podíamos llevarlo y ahí nos dimos cuenta de que él era súper trabajador, de que cogía las cosas súper rápido. Entre que tenía esa esencia del personaje y la facilidad con la que se trabajaba con él, también era perfecto.
El fichaje de Kang fue más complicado porque hubo que buscar a nivel internacional. Jae Woo no había hecho nada de actuación, pero nos dimos cuenta de que era súper trabajador
Y luego está también Nuno Gallego, que es un poco la tercera pata de la historia y aporta el toque cómico, ¿cómo fue también el fichaje de Nuno Gallego?
Inés: Pues con Nuno sí que fue una propuesta nuestra, porque queríamos hacer el juego que hace la novela, que te muestra personajes masculinos que parecen el quarterback del instituto estereotipado para luego desmontarlo. Lo hemos llevado un poco más allá. De repente el personaje de Nuno Gallego no es el típico chulo ni Kang es el típico deportista quarterback, los dos tienen muchas cosas que ocultan, muchas cosas con las que están lidiando y muchas cosas que al final desmontan ese personaje que de primeras parece que son. Nuno era eso, alguien gracioso que funciona como contrapunto de Kang, que es mucho más sereno, intenso y sensible.