Mientras Charlie Sheen no dejaba de liarla en ‘Dos hombres y medio’, CBS no paraba de subirle el sueldo. Una de las etapas de su vida que aborda el documental sobre el actor que puede verse en Netflix
La experiencia de Charlie Sheen con Dos hombres y medio, la sitcom que protagonizó entre 2003 y 2011 junto a Jon Cryer y el entonces niño actor Angus T. Jones, fue tan lucrativa como turbulenta. El actor, que ya era una conocida estrella de Hollywood gracias a su trabajo en películas como Platoon, Wall Street, Hot Shots! y Scary Movie, entre otras, había tenido una buena primera experiencia sustituyendo a Michael J. Fox en la serie de comedia Spin City cuando en 2003 recibió la oportunidad de convertirse en el protagonista del nuevo proyecto de Chuck Lorre: una sitcom centrada en un soltero mujeriego y aficionado a la fiesta que se ve obligado a vivir con su hermano y su sobrino después del divorcio de este.
Dos hombres y medio fue un éxito en CBS, pero, durante el transcurso de la serie, Charlie Sheen, que llegó a ser el actor mejor pagado de la televisión con un sueldo de 1,8 millones de dólares por episodio, pasó por un problemático momento en su vida a consecuencia de sus adicciones, algo que ya le había pasado factura en el pasado. De hecho, la serie tuvo que paralizar la producción temporalmente en varias ocasiones para que su protagonista pasara por rehabilitación y, al mismo tiempo, se produjo una batalla salarial en la que el intérprete demandaba un mayor sueldo y CBS acabó cediendo a sus peticiones.
No obstante, la presencia de Sheen en el elenco siguió resultando muy problemática y finalmente se produjo su despido, lo que terminó con Charlie Sheen soltando todo tipo de insultos por la boca y el fichaje de Ashton Kutcher como protagonista.
Ahora, en un nuevo documental de Netflix llamado alias Charlie Sheen que explora la tumultuosa trayectoria de Sheen desde que era un chico malo en Hollywood pero con mucho talento hasta su caída en desgracia víctima de sus adicciones, su ex coprotagonista Jon Cryer ha recordado esa turbulenta etapa de Dos hombres y medio. Según el actor, mientras Sheen el peor momento del actor, que cada vez resultaba más problemático para la serie, fue el mismo en que la cadena accedió a subirle el sueldo a lo grande, llegando a cobrar casi el triple de lo que cobraba él.
“Está en pleno colapso, en todos los sentidos imaginables, y está renegociando su contrato por un año más de una serie en la que se supone que yo también voy a estar”, recuerda Cryer en el documental, llegando a comparar la situación con un dictador de Corea del Norte que siempre se salía con la suya.
El dictador de Corea del Norte era un tal Kim Jong-Il. Se comportaba de forma descontrolada todo el tiempo y, por lo tanto, recibía enormes cantidades de ayuda de países que le tenían tanto miedo que le daban dinero a mansalva. Bueno, eso fue lo que pasó aquí
“Las negociaciones [de Sheen] se fueron al traste porque su vida se estaba desmoronando. Yo, que llevaba una vida bastante buena en aquel entonces, recibí un tercio de su salario”, recuerda Cryer, que explica también la razón por la que CBS accedió a ello: la cadena había “prevendido un par de temporadas adicionales de la serie” y por eso accedió a “gastar esa asombrosa cantidad de dinero en Charlie” pese a su situación.
En el documental, Sheen también recuerda aquella época en la que quiso alejarse de Dos hombres y medio como que se sentía “emocionalmente agotado”, mientras que su ex esposa Denise Richards, afirma que CBS y WBTV le presentaron al actor dos opciones: “O publicamos un comunicado diciendo que has ido a rehabilitación y que reanudaremos la filmación cuando regreses o este comunicado es: ‘La serie se cancela y se acabó'”. Aunque finalmente se decantaron por lo primero, lo cierto es que el despido se acabó produciendo igual.
No obstante, el tiempo acabaría poniendo las cosas en si sitio, con un Charlie Sheen recuperado desde hace más de ocho años que incluso haría las paces con Chuck Lorre.