Este año se cumplen 30 años de su estreno, pero la inolvidable película Casper sigue siendo recordada por nostalgia y cariño por millones de millennials en todo el mundo. Dirigida por Brad Silberling y protagonizada, entre otros, por Christina Ricci, Bill Pullman y un Devon Sawa que en realidad apenas salía pero que levantó pasiones adolescentes, Casper era la adaptación cinematográfica de una serie de dibujos animados sobre un simpático fantasma que vive junto a sus tíos, también fantasmas, en una vieja mansión.
La película, estrenada en 1995, fue la primera en tener un personaje principal desarrollado por completo con CGI y, aunque recibió críticas mixtas, fue un éxito entre los públicos infantiles y en las salas de cine. Recaudó 288 millones de dólares de taquilla y fue objeto de varias secuelas directas a vídeo.
Con el paso del tiempo la película sigue rodeada de nostalgia e incluso en 2022 se anunció que sería objeto de un reboot en forma de serie de acción real que todavía no ha terminado de materializarse en la plataforma de streaming Peacock.
Producida por Steven Spielberg, la idea de hacer una película de Casper surgió del cineasta, aunque no se encargó de dirigirla. Sin embargo, estuvo muy involucrado en el proyecto y ayudó todo lo que pudo a su director, Brad Silberling, que él mismo había elegido. De hecho, gracias a Spielberg la película pudo contar con un buen puñado de cameos memorables, especialmente el de Clint Eastwood, que aparece apenas 7 segundos en pantalla pero supuso todo un logro.
El director y actor no era ajeno a hacer pequeñas apariciones que a veces pasaban inadvertidas, pero siempre lo hacía en sus propias películas. ¿Cómo se las apañó Spielberg para contar con la mismísima leyenda del wéstern en una película infantil?
En concreto, Eastwood aparece durante siete segundos durante una escena en la que el Doctor Harvey (Bill ) se echa agua en la cara en el baño. Al levantar la vista, apenas puede creer lo que ve, pues los rostros de Clint Eastwood, Rodney Dangerfield (el cómico estadounidense) y Mel Gibson aparecen en su reflejo. La secuencia en cuestión era una idea de Silberling para hacer un homenaje a El Resplandor, pero no sabía si sería capaz de conseguir los cameos hasta que Spielberg se puso manos a la obra.
“Me volví hacia Steven y le pregunté: ‘¿Cómo lo vamos a hacer?'”, recordó Silberling en una entrevista con Syfy. “Me dijo: ‘No te preocupes. Haré algunas llamadas’. Por ese lado de orgulloso productor ejecutivo que quiere traer al ratón a casa. Volvió a verme en el set y me dijo: ‘Vale, todo bien. Mel está dentro, Clint también, tenemos a Rodney Dangerfield, tenemos al Guardián de la Cripta'”. Sin embargo, la presencia de Eastwood estaba supeditada a una petición: que Spielberg también hiciera un cameo. No iba a ser él el único que saliera de su zona de confort.
“Me dijo: ‘Tengo que hacerlo, pero nunca va a estar en la película'”, añadió Silberling. Ese día, todos tenían que llevar el jersey del Dr. Harvey a juego. Fue un día maravilloso en el set. Mel entró, Clint también. Clint estuvo genial porque había sido actor contratado por Universal en su juventud. Así que se quedó con nosotros y estaba muy nostálgico. Hicimos a Steven al final y fue genial. Tuve la oportunidad de dirigir a Steven, lo cual fue muy divertido. Y él estaba muy nervioso, aunque sabía que nunca iba a salir en la película. Pasamos por una serie de cosas muy graciosas… Y luego, después, me miró, mientras salía del set y decía: ‘Esto no va a salir’. Yo le dije: ‘Todo bien’. Pero sí, fue muy divertido”.
Ojalá haber visto aquella escena.