Los cuartos de Huntris están separados pese a que se quieren. El problema es otro
Fantaseo mucho pensando en la cara de la persona que vendió Las Guerreras K-Pop a Netflix pensando que una película de animación como esta no tendría éxito en taquilla. Las miradas que le dediquen en las oficinas de Sony tienen que ser un primor. La cinta no solo es lo más visto en la historia del streamer, sino que, además, ha sido un éxito sorpresa en su estreno en cines durante dos días, demostrando que podría haber dado muchísimo de que hablar. En fin, dinero perdido, cosas que pasan. Ahora la pelea por la secuela va a ser digna de ver.
Vamos a ser golden
La película está repleta de pequeños detalles encantadores y tristísimos, encapsulados en la relación de Rumi con las otras dos integrantes de Huntrix. Todos sabemos que se niega a ir a los baños con ellas por culpa del símbolo demoniaco que también le obliga a llevar trajes de cuello alto y mangas largas, pero esto se ejemplifica sobre todo en el vestuario, donde Mira y Zoey tienen su propia salita y Rumi otra distinta donde se desespera por no poder unirse a ellas.
Es más: en el vestuario de Mira y Zoey están sus carteles publicitarios, y a la izquierda han dejado un hueco para cuando su compañera se las quiera unir, mientras esta, vestida con un albornoz que cubre su vergüenza, se marchita escuchándolas reír. Eh, la película es muy divertida, pero si se hubiera querido poner dramática tendría material de sobra.

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Han pasado dos meses y medio desde el estreno de Las Guerreras K-Pop en Netflix, y Golden, su canción principal, sigue en listas de las 10 mejores canciones alrededor de todo el mundo, ¡y falta mucho hasta que caiga del top 10 en Netflix! Hace años que en streamer estaban buscando un fenómeno global, y por fin y lo han encontrado. Sin duda, van a ser golden.