
Sam Peckinpah se hizo popular con Grupo salvaje (1969), un western épico que obtuvo dos nominaciones al Óscar y se situó en el puesto 80 de la lista de las 100 mejores películas del American Film Institute. Esta cinta dejó una huella imborrable en la historia del género, pero la huella de Peckinpah va mucho más allá del género. Es una figura clave del cine gracias a su estilo innovador y provocador.
La única película de guerra fue La cruz de hierro, estrenada en 1977. A pesar de su débil acogida, ha terminado siendo una de las mejores películas del género jamás realizadas. Y su impacto comienza ya en los minutos iniciales, los cuales siguen siendo unos de los mejores créditos de inicio de la historia del cine.
La historia se sitúa en 1943, en el frente oriental de la Segunda Guerra Mundial, y sigue a un pelotón de soldados alemanes liderados por el sargento Rolf Steiner durante la retirada de la península de Tamán. La llegada de un nuevo superior, el capitán Stransky —un aristócrata prusiano obsesionado con obtener la Cruz de Hierro para preservar el honor de su linaje—, desencadena un choque directo con Steiner.

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La cruz de hierro es considerada una de las mejores películas de la Segunda Guerra Mundial que existen y parte de su valor está en su precisión. De hecho, el armamento que aparece en la cinta es el que realmente se utilizaba en la época. El realismo de la cinta ya comienza en los títulos de crédito, considerados otra de las joyas creadas por Peckinpah.
Los créditos iniciales muestran a niños de las Juventudes Hitlerianas preparándose para la guerra, que supuestamente los convertirá en hombres al servicio de su Führer, Adolf Hitler. Al final de cada estrofa de la canción infantil, la imagen se congela y la pantalla se vuelve roja, mientras la música cambia a una banda sonora cinematográfica más típica. Son imágenes de archivo que, casi sin que te des cuenta, se entrelazan con metraje de la cinta.
“La escena inicial podría estar influenciada por la investigación de Sam Peckinpah sobre la historia de la guerra en el Frente Oriental. Consultó los archivos militares estadounidenses en Alemania a mediados de la década de 1970. En aquel entonces, estos archivos no eran accesibles para los alemanes. Contenían material que no se reveló al público en aquellos años. Solo apareció más tarde, en documentales”, señaló el cineasta e historiador Mike Siegel en el lanzamiento 4K de la película.
Una joya bélica eclipsada por una guerra galáctica
En su estreno en 1977, la película tuvo una acogida bastante negativa. De hecho, solo recaudó 1,5 millones de dólares para un presupuesto de 6 millones. Su temática bélica y su tono sombrío no pudieron hacer mucho frente a la gran estrella de la cartelera: Star Wars. La cinta de George Lucas estaba arrasando en cines de todo el mundo y la gente tenía más ganas de soldados imperiales, no de recordar la amargura del relato de La cruz de hierro.
A pesar de que hubo quien dijo que era “una película de acción peculiarmente inútil y prescindible”, el tiempo ha terminado por colocarla como una obra maestra. Quentin Tarantino es uno de sus principales defensores y dijo que era “la mejor película bélica que había visto sobre el soldado raso común desde Sin novedad en el frente”.