No deja de ser sorprendente que la saga Cazafantasmas, aún siendo un éxito y dando beneficios constantes, permaneciera 27 años sin lanzar una nueva película en cines. Eso sí, desde entonces no ha parado, continuando la franquicia original con Más allá e Imperio helado. Ninguna ha dado mucho dinero (la última se ha tenido que conformar con 201 millones de dólares), pero es suficiente para seguir adelante hasta que la vaca deje de dar leche.
¿Será Moquete un banquero en sus ratos libres?
De hecho, Dan Aykroyd ya dijo en 2021, antes del estreno de Cazafantasmas: Más allá que le gustaría que el reparto original volviera a las andadas, al menos, en tres secuelas, de las que se han hecho ya dos. Curiosamente, para esta secuela no tomaron como punto de partida ninguna de las películas anteriores, sino la serie de dibujos Los verdaderos cazafantasmas, que duró siete temporadas y modificó todo lo que creíamos saber sobre la franquicia.
Eso sí, siempre mirando con respeto a las anteriores. Por ejemplo, hay un detalle fantástico, cuando vemos que el local de Ray, el personaje de Aykroyd, sigue teniendo la pegatina de un banco: el mismo en el que tenía la hipoteca en Cazafantasmas: el Manhattan City Bank, que, obviamente, es totalmente ficticio. Desconocemos si sigue pagando un 18% de intereses en su hipoteca. Sí, vuelve a ver la primera parte: tiene trozos que, como adulto, resultan, como poco, impactantes.

Sony

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Aykroyd lleva mucho tiempo tratando de resucitar la saga (lo consiguió, pero en formato videojuego) así que, lógicamente, está disfrutando como un enano de esta vuelta al ruedo en su honor y el de sus compañeros… Aunque, a veces, honestamente, parezca que Bill Murray está allí solo para pasar el rato y cobrar el cheque. ¿Quién le puede culpar a estas alturas?